Policarpa Salavarrieta

A Policarpa Salavarrieta la llamaban la Pola. No se sabe donde nació pero los historiadores dicen y la ubican en la población de Cundinamarcade San Migue de Guaduas o en el barrio de Santa Bárbara de Bogotá y otros también dicen que en Mariquita, Tolima. Ella venia de una familia rica por la agricultura y el comercio que controlaban. Su padre había participado en la revolución de los comuneros de 1781 entonces en su casa vivía un aire bastante rebelde. Cuando tenia 9 años ella llego a Guaduas donde aprendió a leer y a escribir en la Escuela del Convento de Soledad. Después se desarrollo como costurera pero no se sabe mucho. Ella competía un gran espíritu patriota con su familia sobretodo durante esos años. Antes de 1810 no le interesaba mucho la política pero desde 1810 le empezaron a gustar. En 1817 llegaron ella y sus hermanos a la capital, Santa Fé se noto que ella ya había empezado su trabajo patriota. Ella era una espía pues tenia salvoconductos falsos y además trabajaba para los españoles, cociéndole ropa a las señoras españolas para escuchar noticias, averiguar el número y movimientos de las tropas enemigas, su armamento y órdenes y recoger información que fuera importante para los ataques que nuestras guerrillas planeaban. Siempre estuvo involucrada con la guerrilla especialmente la de los Llanos ayudando a sus amigos y a las dificulta des que se presentaran. Recibía y mandaba mensajes, compraba materiales, convencía a los hombres para que se unieran y muchos trabajos mas.  Ella siempre trabajo con su hermano al lado pero su compañero de trabajo mas importante fue, Aléjo Sabaraín. Cuando arrestaron a Sabaraín descubrieron a la Pola, porque el tenia una lista de nombre de realistas y de patriotas que ella le había entregado. La cogieron en la casa de Andrea Lozano, donde ella vivía, y se la llevaron a un calabozo en el Colegio del Rosario. El consejo de guerra la condenó a muerte el 10 de noviembre de 1817 con Alejo y otros patriotas mas. A las nueve de la mañana la fusilaron el 14 de noviembre de 1817. Mientras que la llevaban al lugar donde la iban a fusilar, iba con dos sacerdotes al los lados y paraba de vez en cuando a expresarse y en vez de repetir lo que tenia que repetir maldecida a los españoles. La fusilaron de espaldas aunque allá hubiera pedido que en las rodillas, pues la respuesta fue que os traidores morían de espaldas.